Ya hace muchos años que tengo la afición por capturar momentos, “no recuerdo la primera vez que cogí una cámara”.

Por mi cumpleaños de los 18 años mis padres me regalaron una cámara reflex, ellos ya sabían que tenía esa facilidad de inmortalizar momentos mágicos.

Recuerdo que de joven quedaba con mis amigos para hacernos sesiones de fotos en lugares emblemáticos de nuestro pueblo, yo siempre he sido la amiga que llevaba en todas partes la cámara en la mano.

Y a partir de ahí ya me adentré en el mundo de la fotografía y empecé a formarme.

Soy una persona atenta, sensible y de tacto fácil, lo que nos permitirá tener una buena relación y facilidad de sentiros cómodos como si no hubiera cámaras.

Creo en la magia que tienen las imágenes para transportarte a un sitio y un momento determinado. Cada día que pasa me siento más afortunada de poder crear esta magia, ya que no busco una foto perfecta, si no EMOCIÓN, CORAZÓN Y VIDA.